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¿Alguna vez has visto a tu perro arrastrar su trasero por el suelo? Este comportamiento, conocido como "scooting", puede ser preocupante y desconcertante para muchos dueños de mascotas.

Aunque puede parecer gracioso a primera vista, suele ser un signo de que tu perro está experimentando incomodidad o irritación en la zona anal.

En este blog, exploraremos las posibles causas de este comportamiento y qué puedes hacer para ayudar a tu perro.

¿Qué es el Scooting y Por Qué Ocurre?

El scooting es cuando un perro arrastra su trasero por el suelo, generalmente debido a picazón, dolor o alguna forma de incomodidad en la zona anal o perianal. Este comportamiento puede ser causado por varias razones, y es importante entenderlas para poder abordar el problema de manera efectiva.

Razón #1: Sacos Anales Llenos o Impactados

Los perros tienen dos pequeñas glándulas, conocidas como sacos anales, ubicadas a ambos lados del ano. Estas glándulas producen un líquido con un olor fuerte que se libera cuando el perro defeca, este líquido funciona para lubricar sus heces,  marcar su territorio y/o  feromonas   para comunicación con otros perros. Sin embargo, en algunos casos, estos sacos pueden llenarse o incluso impactarse, causando incomodidad y haciendo que el perro arrastre su trasero para intentar aliviar la presión.

¿Cómo lo puedo ayudar?

Si sospechas que esta es la causa, lo mejor es llevar a tu perro al veterinario. El veterinario puede valorar y vaciar los sacos anales de forma segura en caso de que sea necesario.

Razón #2: Parásitos

Otra causa común del scooting son los parásitos intestinales, como las taenias. Estos parásitos pueden causar picazón e irritación en la zona anal, lo que lleva al perro a arrastrarse por el suelo en un intento de aliviar la molestia. 

Razón #3: Molestias Intestinales

Además, problemas gastrointestinales como el estreñimiento o una dieta baja en fibra, también pueden causar molestias que resultan en scooting. Cuando el tracto intestinal de un perro no funciona correctamente, puede haber una acumulación de heces en el colon, lo que provoca una presión incómoda en el área anal. 

¿Qué hacer?

Es fundamental que un veterinario realice un examen fecal para identificar la presencia de parásitos y prescribir el tratamiento adecuado. Además, puedes considerar aumentar la cantidad de fibra en la dieta de tu perro para mejorar su salud intestinal. Incorporar alimentos ricos en fibra o probióticos, puede ayudar a prevenir el estreñimiento y otros problemas digestivos que podrían estar causando el scooting.

Razón #4: Alergias y Picazón

Las alergias, ya sean alimentarias o ambientales, pueden causar picazón e irritación en la piel de tu perro, incluyendo la zona anal. Esto puede llevar a que tu perro se rasque o se restriegue contra el suelo en un intento de aliviar la picazón.

¿Qué deberías hacer?

Identificar y eliminar el alérgeno desencadenante es clave para reducir la picazón. Tu veterinario puede recomendar pruebas de alergia o cambios en la dieta para determinar qué está causando la reacción alérgica. Además, existen suplementos y tratamientos tópicos que pueden ayudar a aliviar la picazón y mejorar la comodidad de tu perro.

Conclusión:

El scooting es un comportamiento que no debe ser ignorado, ya que es una señal de que tu perro está experimentando alguna forma de incomodidad o irritación. Si ves a tu perro arrastrando su trasero por el suelo, es importante investigar la causa subyacente y buscar la ayuda de un veterinario para tratar el problema. Recuerda que este comportamiento es la forma en que tu perro intenta calmar una incomodidad, por lo que no debe ser castigado, sino atendido con cuidado.

Si alguna vez has sorprendido a tu perro comiendo sus propias heces o las de otros perros, probablemente te hayas sentido confundido o preocupado.

Este comportamiento, conocido como coprofagia, es más común de lo que parece y puede ser una señal de que algo no está bien en el sistema digestivo de tu mascota.

En este artículo, exploraremos las posibles causas de la coprofagia y cómo puedes ayudar a tu perro a superar este hábito.

¿Qué es la Coprofagia?

La coprofagia es el término técnico para describir el acto de un animal de comer heces. Aunque puede parecer un comportamiento extraño o incluso asqueroso, en perros es más frecuente de lo que se podría pensar. Este comportamiento puede deberse a diversos factores, que van desde problemas en su salud hasta aspectos relacionados con la conducta canina.

A continuación te explicaré algunos, que te pueden ayudar a entender un poco más sobre el posible origen de este comportamiento en tu perro:

A) Deficiencias Nutricionales

Una de las posibles razones más comunes  es la deficiencia en el  aporte de nutrientes  de su dieta. Si el sistema digestivo de tu perro no está recibiendo o absorbiendo los nutrientes necesarios para conservar un equilibrio nutricional adecuado, tu perro puede tratar de compensarlo  al ingerir sus heces. En estos casos, la coprofagia es una señal clara de que algo no está funcionando bien en su sistema digestivo.

¿Qué hacer?

Consulta con tu médico veterinario para que analice la dieta de tu perro y asegurar que  es la más  adecuada  para su tamaño, peso, raza y etapa de vida. El uso de suplementos, como pre y probióticos, puede ser beneficioso para mejorar la absorción de nutrientes y apoyar un sistema digestivo saludable.

B) Ansiedad y Aburrimiento

La ansiedad y el aburrimiento son factores comunes asociados a la coprofagia en los perros. Estos comportamientos pueden surgir cuando el perro se encuentra en situaciones que le generan estrés o ansiedad. Por ejemplo, cambios recientes en su entorno, como mudarse a una nueva casa, la llegada de una nueva mascota o incluso la presencia de ruidos fuertes como la pirotecnia, pueden desencadenar episodios de estrés que llevan al perro a buscar formas de aliviar su malestar. 

Los dueños deben estar atentos a los signos de estrés en sus perros, como la destrucción de objetos, el exceso de ladridos o comportamientos repetitivos. La incorporación de rutinas consistentes y un espacio donde el perro se sienta seguro y relajado también puede ayudar a mitigar estos comportamientos.

¿Qué hacer?

Proporciona a tu perro juguetes interactivos, ejercicio regular y, si es posible, compañía para reducir los niveles de estrés y mantenerlo entretenido. En algunos casos, trabajar con un etólogo puede ser útil.

Consecuencias: Riesgos para la Salud

Además de ser un comportamiento desagradable, la coprofagia también puede ser peligrosa. Comer heces puede exponer a tu perro a enfermedades bacterianas, virales o parasitarias que se pueden transmitir a través de las heces. Además, este hábito también puede poner en riesgo tu salud y la de tu familia, ya que las bacterias y parásitos presentes en la saliva del perro pueden transmitirse al interactuar con él.

¿Qué hacer?

Consulta al médico veterinario para valorar su estado de salud integral; además, podrías considerar el visitar al etólogo para determinar las causas de dicha conducta.

Intenta estimular su mente con enriquecimiento ambiental con actividades como paseos, interacción con otros perros y humanos; o ejercicios y retos que pongan en marcha el cerebro del perro. 

Mantén una buena higiene en las áreas donde tu perro juega y duerme, y asegúrate de limpiar las heces de inmediato.

El Rol de los Pre y Probióticos

Los pre y probióticos juegan un papel crucial en la salud intestinal de tu perro. Los probióticos son organismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, introducen nuevas bacterias beneficiosas en el tracto digestivo. 

Estas bacterias ayudan a combatir microorganismos patógenos, mejoran la digestión, y refuerzan la barrera intestinal. 

La combinación de pre y probióticos en la dieta de tu perro puede tener efectos positivos significativos. Por un lado, ayudan a mejorar la absorción de nutrientes esenciales al optimizar el proceso digestivo. Un intestino sano y equilibrado es menos propenso a inflamaciones y trastornos digestivos, lo que reduce la necesidad del perro de recurrir a comportamientos indeseados como el consumo de heces.

Es importante considerar que la administración de pre y probióticos debe ser constante y en las dosis adecuadas para lograr los beneficios mencionados.

¿Cómo utilizarlos efectivamente?

Considera añadir un suplemento de pre y probióticos a la dieta diaria de tu perro. Muchos dueños de perros han reportado una notable reducción en la coprofagia y una mejora general en la energía y bienestar de sus mascotas.

Conclusión: 

La coprofagia es un comportamiento que puede tener múltiples causas, desde deficiencias nutricionales hasta problemas de comportamiento. Abordar este problema requiere una comprensión de las posibles causas subyacentes y la implementación de cambios en la dieta y el estilo de vida de tu perro. No dejes pasar más tiempo y toma medidas para mejorar la salud intestinal de tu perro hoy mismo.

¿Has notado que tu perro se lame las patas constantemente? Este comportamiento, que puede parecer inofensivo, podría ser un indicio de que algo no está bien en su salud, específicamente en su sistema digestivo.

En este blog, exploraremos cómo un desequilibrio en el intestino de tu perro puede estar detrás de este hábito y qué puedes hacer para ayudar a tu mascota.

¿Por qué los perros se lamen las patas?

Existen varias razones por las que un perro podría lamerse las patas, desde comportamientos naturales hasta indicios de problemas de salud. Algunas de las causas más comunes incluyen:

• Limpieza: Los perros suelen lamerse las patas para limpiarlas de suciedad partículas adheridas a su pelaje.
• Dolor o Incomodidad: Lesiones, picaduras de insectos o reacciones alérgicas pueden causar molestias que llevan a tu perro a lamerse para aliviar el dolor. El dolor articular es otra causa. Los perros que sufren de artritis u otras afecciones articulares pueden lamerse las patas en un esfuerzo por aliviar el dolor y la incomodidad que experimentan en esas áreas.
• Estrés o Ansiedad: En situaciones de estrés, los perros pueden lamerse las patas como un mecanismo de auto-calmado. Este comportamiento puede convertirse en una estereotipia. Las estereotipias pueden manifestarse de diferentes formas, como lamerse excesivamente las patas, morderse la cola o girar en círculos. 
• Alergias: Tanto las alergias alimentarias como ambientales pueden causar picazón en las patas, lo que lleva al perro a lamerse en un intento de aliviar la irritación.

Sin embargo, cuando este comportamiento se vuelve excesivo, podría estar señalando un problema más profundo, como un desequilibrio en el sistema digestivo de tu perro.

El vínculo entre el sistema digestivo y el lamido patas

El sistema digestivo de un perro juega un papel crucial en su salud general, incluyendo su sistema inmunológico. Un desequilibrio en el microbioma, es decir, las bacterias beneficiosas que habitan en el intestino, que puede llevar a una serie de problemas; incluyendo una mayor sensibilidad a los alérgenos. Esto puede manifestarse en síntomas como el rascado excesivo,  mordida y lamido de patas.

Los perros con un sistema digestivo desequilibrado pueden desarrollar respuestas exageradas a los alérgenos ambientales, como el polvo o el polen. 

¿Cómo Puedes Ayudar a tu Perro?

Afortunadamente, es posible apoyar la salud intestinal de tu perro y, por ende, reducir el lamido excesivo de patas. Una de las formas más efectivas es mediante el uso de probióticos. Los probióticos son suplementos que contienen bacterias beneficiosas que ayudan a restablecer el equilibrio en el intestino de tu perro. Al mejorar el microbioma, también se fortalece el sistema inmunológico, lo que reduce la respuesta a los alérgenos y, en consecuencia, el comportamiento de lamerse las patas.

Entonces...

Si notas que tu perro se lame las patas más de lo normal, no lo ignores. Este comportamiento puede estar señalando un desequilibrio en su sistema digestivo que, si no se trata, podría llevar a problemas más serios. Considera incorporar probióticos en su dieta diaria para apoyar su salud intestinal y mejorar su bienestar general.

No olvides visitar al médico veterinario de confianza de tu perrito periódicamente. ¡Recuerda que un intestino sano es clave para un perro feliz y libre de molestias!